Por Helena Alcoverro, publicado en 27 abril 2023
Todos estaremos de acuerdo en que, para mejorar el posicionamiento SEO de nuestra página, es importante que el contenido que creemos sea de interés y que incluya palabras clave relevantes. Sin embargo, muchas webs llevan a cabo una estrategia de marketing de contenidos en la que abusan de estas palabras clave creando un contenido poco relevante y poco auténtico que, al final, acaba perjudicando su posición en buscadores. Hoy queremos darte algunos consejos para que no caigas sin querer en el llamado thin content o contenido de baja calidad.
¿Qué es el thin content?
El thin content, contenido de baja calidad o contenido pobre es un tipo de contenido web que no aporta valor a los usuarios, ya sea porque no aporta nada diferente o nuevo a lo que ya existe, porque no les ayuda o porque no les satisface.
Normalmente, los textos extremadamente cortos en los que no hay una cantidad suficiente de datos o información suelen ser calificados como thin content (aunque no tiene por qué ser siempre así), al igual que el no incluir enlaces internos, imágenes o estructura al texto.
Por ejemplo, aunque 300 palabras es la extensión mínima de referencia declarada por Google para calificar a un contenido como pobre, esta es solo una aproximación, ya que un contenido de menos palabras también puede posicionar si ofrece información satisfactoria. Este sería el caso de la RAE o de las fichas de producto de los ecommerce.
En definitiva, la cantidad de palabras no es un indicativo en el que fijarse para calificar a un contenido como pobre o no.
Cómo podemos entonces detectar el thin content
Aunque lo mejor es evitarlo con los conejos que te daremos más abajo, si lo que quieres es comprobar si alguno de tus contenidos ya publicados es de baja calidad, una de las alternativas más interesantes es utilizar herramientas destinadas a detectar plagio, las cuales analizarán tu página según diferentes parámetros y te dirán qué puedes mejorar.
Te aconsejamos que no dejes pasar mucho tiempo para realizar este análisis, pues cuanto antes detectes posible contenido de baja calidad menos consecuencias habrá para tu web.
Tipos de thin content
Conocer los diferentes tipos de contenido de baja calidad te ayudará también a detectar si estás cayendo en él en tu web.
Contenido plagiado o duplicado
Es ese contenido que no aporta información ni importante ni diferente al resto de páginas existentes. Esto hace que Google no lo reconozca y que los motores de búsqueda lo castiguen. Además del contenido plagiado o duplicado, también encontramos en este tipo el contenido reescrito con pequeños cambios de palabras y las traducciones que no referencian el contenido original.
Contenido automático o autogenerado
Todo aquel contenido generado con herramientas de Inteligencia Artificial o de generación de textos. Además de que Google penaliza estos textos, también tienen el problema de que pueden contener errores ortográficos y de sintaxis.
Contenido poco profundo
Hay propietarios de webs y creadores de contenido que, para posicionar una página, eligen una palabra clave (keyword) y la longitud del texto es la misma que la de esa palabra. Este es el tipo de casos en los que Google sí que considera que la extensión es demasiado corta como para aportar valor y penaliza la web.
Contenido lleno de anuncios
Aquellas páginas que únicamente contienen anuncios o CTA (llamadas a la acción) también son consideradas contenido de baja calidad, al igual que aquellas con anuncios que tapan el texto y en las que tiene que ser el mismo usuario el que los quita.
Con esto no queremos decir que cualquier anuncio que incluyas en tu página te va a perjudicar en el posicionamiento, nada más lejos de la realidad, pero para evitar penalizaciones de Google asegúrate de que este sea secundario al contenido y no dificulte su visionado.
Páginas doorway o puerta
Son las que presentan una palabra clave o keyword demasiado optimizada con el objetivo de posicionar, pero que realmente no aportan valor al usuario. Este tipo de páginas, normalmente, pretenden redirigir al usuario a otra página y no le dan en un primer momento lo que busca.
¿Por qué el thin content no es bueno para el posicionamiento SEO?
Por diferentes canales Google ya ha advertido en varias ocasiones que persigue el contenido de baja calidad con el objetivo de acabar con las páginas que lo contienen. Su forma de eliminarlas es bajar cada vez más su posicionamiento en buscadores, desindexarlas o banearlas. Por tanto, si estás cayendo en thin content y no cambias tu estrategia de marketing de contenidos acabarás siendo invisible para Google y, por tanto, para tu público objetivo.
El contenido de baja calidad, además, no solo afectará a aquellas páginas que lo tenga, sino a toda tu web, consiguiendo que todo tu dominio salga perjudicado en cuanto a posicionamiento.
Consejos para solucionar y evitar el thin content
Crea contenido original
Esta es la mejor manera de conseguir no caer nunca en el contenido de baja calidad. Si el contenido lo creas tú mismo y contestas a las preguntas que tu público objetivo busca, tu contenido será un contenido ganador. Para conseguirlo, contar tus propias experiencias personales y únicas será tu mejor aliado, al igual que incluir opiniones o casos de éxito. Además, esto no solo hará que puedas mejorar tu posicionamiento, sino que te hará ganar autoridad entre los usuarios.
Crea contenidos útiles y de calidad
Por mucho contenido original que crees, si no le ofreces al público información útil y de primera calidad, no conseguirás que se interesen por ti. Por ello, combinar contenido único, útil y redactado con calidad es el trío de ases ganador que, en ningún caso, Google te va a penalizar. Por supuesto, no olvides que tus textos sean directos, fáciles de leer y claros, pues de lo contrario tu público no seguirá entrando en tu web.
Reescribe y amplía contenidos
Si crees que hay contenidos en tu web que puedes mejorar para evitar al máximo que caigan en la calificación de thin content, no temas retocarlos, reescribirlos, actualizarlos o ampliarlos. Para que lo tengas en cuenta, los contenidos largos de más de 1000 palabras son los que más posibilidades tienen de aparecer en las primeras posiciones.
Elimina lo que no sea necesario
En ocasiones, no merece la pena reescribir un texto y lo mejor para tu página es que este desaparezca. Te aconsejamos que lo desindexes o que hagas una redirección 301 para evitar que el posicionamiento orgánico en buscadores de toda tu web salga perjudicado.
Cuida el diseño de tus contenidos
Aunque no lo creas, factores como la estructura de un texto, el tipo de letra o que tu portal sea atractivo visualmente también te ayudarán a que Google no considere tu web como una página de baja calidad. Al final, todo suma.
