Por Ana Canal, publicado en 8 septiembre 2012
En el mundo de la publicidad, creatividad es sinónimo de efectividad. Un texto creativo es a la vez original y práctico: llama la atención y comunica con precisión. Redactar con esta premisa tiene sus dificultades: no sirven las reglas o recomendaciones fijas. De modo que te animamos a que revises las características de los verdaderos textos creativos para que tú mismo juzgues si tus anuncios sorprenden o pueden todavía mejorarse más.
1) Llama la atención
La publicidad exige comunicar en poco tiempo y con intensa competencia: el consumidor dispone de escasos minutos para escuchar, ante estímulos múltiples y variados. Por eso, el lenguaje persuasivo busca deliberadamente llamar la atención. Si no lo consigue no hay comunicación posible. Acuérdate de estas tres fórmulas:
- Sorprende: emplea recursos o salidas inesperadas. En escritura creativa la función de sorprender suele recaer sobre los titulares. Y se puede conseguir tanto a través de la razón y el ingenio como de la belleza y el estilo
- Sé original: evita todo lo que suene a cliché, moda o tópico.
- Conecta con los intereses de la audiencia para captar rápidamente su atención.
2) Crea expectativa
No hace falta que llames la atención a primera vista, busca crear expectativa en el lector, el deseo de continuar leyendo y llegar hasta el final. Tienes varios recursos que van desde apelar a la curiosidad, saber contar sin desvelar, guardar sorpresas, reservar algo para el final…
3) Transmite pasión y entusiasmo
Porque sin duda los anuncios que convencen conectan emocionalmente con la audiencia. Y no sólo convencen, sino que gustan y emocionan. Si redactas convencido y emocionado con lo que cuentas, el texto ganará en capacidad persuasiva y podrá ser cualificado de creativo.
4) Aporta razones
Debes ofrecer al lector motivos para actuar y, para ello, lo primero que debes hacer es diferenciarte de modo expreso de la competencia, demuestra, respalda afirmaciones, construye credibilidad de cara al lector… En definitiva, aporta motivos para que el consumidor se interese por la marca y, si es el caso, la compre. Apóyate en testimonios, demostraciones, ejemplos, argumentos y datos.
5) De modo simple
Y todos los puntos que hemos visto hasta ahora deben presentarse de modo sencillo. Conceptos limpios y las palabras imprescindibles. Porque la simplicidad marca la diferencia entre un texto correcto y un texto creativo.
6) Con el consumidor en mente
La clave del acierto: pensar en el consumidor. El secreto para escribir un buen anuncio radica en conseguir ver el mundo a través de sus ojos. Sólo así, captaremos su atención, crearemos expectativa, provocaremos emociones.
Fuente: Lenguaje Publicitario. Mª Victoria Romero (coord). Ariel Comunicación.