RedBull, Apple, Disney, Starbucks... El marketing está lleno de ejemplos de marcas que son más que la suma de sus productos. Y una de las principales razones para ello es que han hecho un buen uso del marketing empresarial. Vamos a ver en qué consiste y cómo aplicarlo para crear una marca inolvidable.
El marketing empresarial es una estrategia que tiene como objetivo fortalecer la imagen de la marca y estrechar las relaciones con los clientes. El objetivo principal es lograr que los clientes estén satisfechos, sean fieles al producto y se conviertan en seguidores y embajadores de la marca.
El marketing empresarial no usa una única técnica o disciplina, sino que se trata de un abordaje integral que incluye aspectos como el marketing estratégico, el marketing digital, el marketing mix, el neuromarketing y un largo etcétera, todo ello al servicio de la marca y de su relación con los clientes.
El marketing mix o las famosas "4P del marketing" están en la base de todas las estrategias de marketing empresarial. Se trata de definir estos cuatro aspectos:
Producto: ¿qué ofrece tu empresa al mercado y qué necesidades resuelve?
Precio: la estrategia de precios de la empresa, incluyendo ofertas y promociones en su caso.
Promoción: las técnicas y estrategias utilizadas para dar a conocer los productos y servicios de la empresa y estimular las ventas.
Punto de venta: los lugares en los que el producto se pone a disposición de los usuarios.
El marketing empresarial siempre se dirige a un público concreto y busca reflejar sus valores y responder a sus necesidades.
Un ejercicio muy útil para identificar el público al que nos dirigimos es la creación del buyer persona, una representación semificticia del cliente ideal de la empresa. Datos demográficos, aspiraciones, necesidades... en definitiva, debemos incluir todo lo que nos ayude a conocerle mejor y saber cómo le podemos ayudar.
Las marcas de éxito son las que consiguen diferenciarse claramente de sus competidores, por tanto, ninguna propuesta de marketing empresarial estaría completa sin un análisis de la competencia.
Identifica los puntos fuertes y débiles de otras empresas de tu sector y piensa en qué puedes ofrecer que ninguna de ellas haya cubierto.
En muchas ocasiones, los usuarios optan por una marca determinada no por las características concretas de sus productos, sino por el estilo de vida al que se asocia. Por ejemplo, Starbucks no destaca por la calidad de sus cafés, sino por el entorno de sus cafeterías y por percibirse como una marca urbana y moderna.
El marketing de contenidos es una apuesta a largo plazo que no solo puede ayudarte a mejorar el posicionamiento de tus sitios web, sino también a controlar y reforzar tu imagen de marca.
Publicar de manera regular contenidos de calidad es una manera excelente de dar a conocer tus valores y de convertirte en un líder de opinión en tu sector.