El emplazamiento de producto se ha convertido en una de las formas más efectivas de hacer publicidad sin interrumpir al espectador. En plataformas como Netflix, esta técnica permite a las marcas integrarse de manera natural en la trama de series y películas. A continuación, veremos cómo funciona el emplazamiento de producto en Netflix y algunos ejemplos reales que muestran su impacto en la audiencia.
El emplazamiento de producto en Netflix o product placement es una estrategia de marketing que consiste en integrar marcas, servicios o productos dentro de películas y series de manera natural, ofreciendo una forma de promoción más sutil que la publicidad tradicional. En lugar de mostrarse como un anuncio explícito, el producto se introduce en la trama o en escenas específicas, lo que permite que la audiencia lo perciba de forma orgánica y lo vincule con personajes o situaciones con las que se siente identificada.
Cabe destacar, sin embargo, que, en el caso de Netflix, el emplazamiento de producto adquiere matices aún más interesantes porque la plataforma incorporó recientemente una modalidad de suscripción con anuncios (Standard with Ads o Basic with Ads), además de las opciones sin publicidad. Esto significa que, además del product placement dentro de series y películas, Netflix ya permite publicidades más explícitas antes, durante o después del contenido como parte del servicio para quienes eligen este plan más económico.
El emplazamiento de producto en Netflix se ha consolidado como una estrategia de marketing audiovisual muy efectiva gracias a su capacidad de integrarse en la narrativa sin interrumpir la experiencia del espectador. Estas son sus características más relevantes:
Dentro del marketing promocional, el emplazamiento de producto puede adoptar diferentes formas según el nivel de protagonismo que tenga la marca en la escena. Tanto en la publicidad en películas como en la publicidad en series, se suelen distinguir principalmente dos modalidades, el emplazamiento pasivo y el emplazamiento activo.
En el emplazamiento pasivo, el producto o la marca se muestra de manera visual en la escena, pero sin interacción ni mención directa por parte de los personajes. Por ejemplo, puede aparecer una lata de refresco en una nevera o encima de la mesa. Este tipo de inserción es sutil y busca generar reconocimiento sin desviar la atención de la trama.
En cambio, en el emplazamiento activo, el producto adquiere mayor protagonismo al ser utilizado o mencionado explícitamente por los personajes. Puede tratarse de un diálogo en el que, por ejemplo, un personaje ofrece una bebida específica a otro. Este enfoque otorga más visibilidad a la marca y refuerza su asociación con la narrativa, aunque requiere un mayor cuidado para que no resulte forzado.
El emplazamiento de producto tiene varios beneficios para las marcas, especialmente cuando se incorpora como parte de estrategias de branded content.
A diferencia de la publicidad tradicional, la inserción de productos dentro de series o películas es menos intrusiva, lo que mejora la experiencia del espectador y permite una promoción de marca más sutil y efectiva. Además, cuando los productos se muestran de forma natural en contextos con los que la audiencia se identifica, los consumidores tienden a percibirlos como más deseables, lo que aumenta la intención de compra y refuerza la eficacia del marketing.
Otro aspecto importante es que la presencia de marcas en escenarios cotidianos o narrativamente coherentes aporta realismo y autenticidad al contenido, logrando que los productos se integren de manera orgánica en la historia y generando una conexión más fuerte con el público.
La famosa y popular serie de ciencia ficción Stranger Things es un claro ejemplo de producto placement en Netflix. En sus temporadas pueden observarse marcas como Coca-Cola, Kellogg’s o Adidas, adaptadas al contexto retro de la serie.
En la exitosa serie española La Casa de Papel se identificaron hasta 50 casos de emplazamiento de producto en tan solo seis episodios. Las marcas más destacadas fueron Estrella Galicia, BQ y Lenovo, presentes en diversas escenas.
La serie británica Sex Education presenta marcas como Casio, Apple, Asos y Nike en diversos episodios. Estas marcas se integran de manera natural en la trama, reflejando la vida cotidiana de los personajes.
La protagonista de Emily in Paris trabaja en una agencia de marketing de lujo en plena capital francesa, lo que facilita la inclusión de marcas como Chanel, Cartier, L'Oréal y Piaget. Pero, además, en la tercera temporada, Emily promueve una campaña de McDonald's enfocada en ingredientes gourmet.
Y, finalmente, otro ejemplo es Queer Eye. Este programa de transformación personal presenta productos de marcas como Target, Apple y Foreo. Los expertos del programa utilizan estos productos durante las transformaciones, integrándolos de manera orgánica en la narrativa.
En resumen, el emplazamiento de producto en Netflix se ha consolidado como una estrategia de inbound marketing que combina visibilidad de marca, integración narrativa y conexión emocional con la audiencia. A través de su aplicación en series y películas, las marcas logran una publicidad no intrusiva, aumentan el reconocimiento de sus productos y generan una relación más auténtica con los consumidores. Gracias a ejemplos concretos como Stranger Things o Emily in Paris, queda claro que esta técnica no solo potencia la promoción de marca, sino que también refuerza la efectividad de campañas de marketing modernas al unir entretenimiento y estrategia comercial.