Seguro que alguna vez has aceptado las cookies de una web, ya que casi todas tienen algún aviso al respecto. Estas "galletitas" son grandes aliadas de los marketers, pero pueden generar suspicacias en torno a la privacidad de los usuarios. ¿Sabes qué son exactamente y cómo usarlas de manera adecuada para tu marketing digital? ¡Vamos a verlo!
Una cookie es un archivo de pequeño tamaño enviado por un sitio web y almacenado en el navegador del usuario, de manera que el sitio web puede consultar la actividad previa del navegador. Así, es posible identificar al usuario que visita un sitio web y llevar un registro de su actividad en el mismo.
Las cookies tienen su origen en 1994, cuando un empleado de Netscape se propuso crear un ecommerce con un carrito de compras que almacenara los artículos favoritos del usuario. Para evitar consumir muchos recursos del servidor, decidió que la mejor manera de gestionarlo era guardando la información en el ordenador del usuario... y como se suele decir, el resto es historia.
Las cookies tienen dos funciones principales que resultan de lo más útiles para los marketers:
Las cookies permiten, por tanto, hacer una publicidad que se adapte mejor a los intereses y el comportamiento previo de los usuarios y tenga por tanto mayores posibilidades de convertir.
Para los visitantes de una página, el uso de cookies también presenta ciertas ventajas, como ofrecerles contenido más útil o facilitar la navegación. Pero también lleva aparejados algunos problemas, como las preocupaciones en torno a la privacidad en la red.
Por eso, para usar las cookies de manera adecuada, los anunciantes siempre deben explicar claramente qué tipos de cookies están usando y para qué sirven, y dar al usuario la posibilidad de rechazarlas si lo considera oportuno.