En el entorno digital, cada clic cuenta, y entender cómo los usuarios navegan por una web o app es fundamental para optimizar la conversión. Tradicionalmente, esto se ha abordado con análisis de sesiones reales, pruebas manuales o con automatizaciones, pero en los últimos años ha emergido una nueva posibilidad: el uso de bots con Inteligencia Artificial que simulan journeys y detectan bloqueos antes de que afecten a usuarios reales o para que dejen de limitar las conversiones.
En este artículo, te contamos cómo funcionan estos bots con IA, qué beneficios tienen y cómo puedes integrarlos en tu estrategia de optimización del funnel digital para mejorar el user experience.
Los bots con IA orientados a mejorar el user experience son agentes automatizados que recorren un sitio web de forma semiautónoma, imitando ciertas acciones de usuarios reales, como buscar un producto, iniciar una compra, completar un formulario o abandonar un proceso. Al estar desarrollados con IA pueden adaptarse parcialmente a ciertos comportamientos que se esperan de un humano.
Sin embargo, a día de hoy, estos bots que simulan journeys y detectan bloqueos no son equivalentes a un ser humano navegando de forma natural. La IA les permite ejecutar tareas más estables, detectar errores o seguir múltiples rutas, pero no improvisan ni reaccionan emocionalmente ante el contenido como lo haría una persona.
Dicho esto, su valor es real: permiten probar flujos clave, encontrar cuellos de botella y anticipar problemas antes de que afecten al negocio.
Como hemos dicho antes, los bots con IA que simulan journeys y detectan bloqueos no son “usuarios artificiales” en el sentido más humano del término, pero sí pueden replicar acciones concretas dentro de un recorrido digital. Su funcionamiento se basa en ejecutar secuencias de pasos predefinidos (o parcialmente adaptativos) con el objetivo de probar rutas críticas en una web o app. A continuación, te contamos las diferentes cosas que pueden hacer.
Se programa a los bots de testeo UX para que realicen acciones concretas: entrar en una URL, hacer clic en ciertos botones, rellenar formularios, añadir productos al carrito, finalizar una compra o abandonar un flujo.
Algunas herramientas como Testim o Mabl, integran algoritmos de IA que permiten cierta flexibilidad ante cambios en la interfaz. No es una “inteligencia” creativa, pero sí evita que los tests se rompan con pequeños ajustes visuales o estructurales.
A lo largo del recorrido que realizan, los bots que simulan journeys y detectan bloqueos registran los resultados de cada paso: si una página no carga, si un botón no responde, si un formulario devuelve un error... Estos datos pueden alertar de errores técnicos o bloqueos que pasarían desapercibidos hasta que afectan a usuarios reales.
A diferencia de un tester humano, los bots pueden hacer la simulación de recorridos de usuario cientos de veces al día y en diferentes navegadores, resoluciones o condiciones. Esto permite detectar problemas que se manifiestan de forma intermitente o que afectan solo a determinados dispositivos.
Estos bots con IA que simulan journeys y detectan bloqueos no interpretan la experiencia desde una perspectiva humana. No saben si un mensaje es confuso, si una imagen genera confianza o si una página transmite valor. Tampoco improvisan ante nuevas situaciones o prueban rutas alternativas que no están programadas. Por eso, su función es detectar bloqueos funcionales o estructurales, no evaluar la experiencia de usuario ni sustituir el análisis del comportamiento real.
Los bots con IA que simulan journeys y detectan bloqueos ofrecen una serie de ventajas clave, especialmente cuando se trata de mantener la estabilidad de un funnel de conversión y anticiparse a errores críticos.
El testeo manual exige tiempo, personal cualificado y una ejecución constante para mantener actualizadas las pruebas. Los bots pueden replicar cientos de veces los mismos flujos sin fatiga, ahorrando recursos humanos y reduciendo el margen de error. Mientras una persona puede hacer, por ejemplo, 5 tests diarios con atención al detalle, un bot puede ejecutar 500 sin descanso.
Las pruebas automatizadas tradicionales son frágiles ante cambios mínimos en el entorno. En cambio, los bots con IA aplican algoritmos que identifican patrones de comportamiento y elementos dinámicos, por lo que se adaptan mejor a variaciones leves sin romperse. No necesitan reescribirse cada vez que cambias un texto o un botón.
Las grabaciones de sesión son una excelente fuente de análisis a posteriori. Te muestran qué falló y dónde se perdió el usuario. Pero eso ocurre una vez el daño ya está hecho. Los bots (tanto los de IA como los tradicionales) pueden implementarse de forma proactiva para que ejecuten flujos antes de que el tráfico real los recorra. Esto permite detectar bloqueos o fallos antes de que afecten a la conversión, por lo que son excelentes herramientas en una estrategia de CRO.
La respuesta corta es sí, y no solo se puede, tiene todo el sentido hacerlo. Los bots con IA que simulan journeys y detectan bloqueos aportan un enfoque proactivo y preventivo, ejecutando flujos clave para asegurar que la infraestructura técnica responde correctamente.
Sin embargo, al no ser usuarios reales, su visión es limitada. No experimentan emociones, no se confunden con un mensaje ambiguo y no abandonan por frustración. Por eso, combinarlos con herramientas de analítica de comportamiento real (como FullStory, Glassbox o Heap que, además, son tecnologías desarrolladas con IA), crea una visión completa del rendimiento del funnel digital.
Por tanto, al combinar los bots con IA de simulación de journeys con herramientas de analítica de comportamiento real, podrás obtener:
Estos enfoques no compiten entre sí y, además, se pueden combinar también con el mystery shopping digital, ya que se complementan a la perfección. Como puedes ver en la siguiente tabla comparativa, mientras que los bots son ideales para prevenir errores antes de que afecten a la conversión, las herramientas de analítica muestran una imagen de cómo navegan los usuarios reales. Y, por su parte, los mystery shoppers son la herramienta perfecta para entender cómo se sienten y qué piensan las personas que interactúan realmente con tu entorno.
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Evalúa el funcionamiento técnico |
Evalúa el comportamiento real |
Evalúa la experiencia subjetiva |
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Bots con IA |
✅ |
❌ |
❌ |
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Analítica de usuarios reales |
❌ |
✅ |
❌ |
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Mystery shoppers digitales |
⚠️ (solo su experiencia) |
⚠️ (limitado a su sesión) |
✅ |
Aunque los bots con IA todavía no tienen percepción humana ni entienden el user experience desde un punto de vista emocional, sí pueden identificar fallos objetivos y puntos de fricción técnicos que, al ser corregidos, pueden mejorar enormemente las tasas de conversión y el user experience. Actúan como un sistema de alerta temprana que vigila el buen funcionamiento del funnel de conversión. A continuación, te mostramos algunos de los errores en el embudo de conversión que estos bots pueden detectar:
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Bots sin IA |
Bots con IA |
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Adaptabilidad |
Baja |
Alta |
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Mantenimiento |
Alto (se rompen fácil) |
Bajo (auto-healing, reconocimiento inteligente) |
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Escritura de pruebas |
Manual, basada en código |
Posible en lenguaje natural |
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Reacción ante cambios |
Falla |
Se adapta o aprende |
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Inteligencia contextual |
Nula |
Presente (en distintos niveles) |
Utiliza la IA para identificar elementos dinámicos en el DOM y hacer que los tests sean más resistentes a cambios. Además, permite crear flujos de prueba que simulan de forma completa el user experience. Se puede utilizar tanto en entornos web como en móvil. Como agencia de CRO, vemos a Testim como una solución muy útil, ya que permite realizar pruebas personalizadas y resilientes sobre funnels complejos.
Mabl también puede cumplir el ciclo completo: creación, ejecución, análisis y mantenimiento. Permite generar pruebas y detectar visualmente errores o regresiones, así como realizar pruebas en diferentes navegadores o dispositivos. Su capacidad de escalar lo hacen ideal para proyectos de marketing digital con alta frecuencia de cambios y múltiples puntos de conversión a testear.
Al igual que el resto, Virtuoso es una herramienta pensada para que incluso perfiles no técnicos puedan crear pruebas robustas y escalables. Su motor de IA puede detectar fallos en tiempo real y ejecutar journeys digitales complejos con rapidez.