Paradójicamente, el activo más poderoso de todas las empresas es también el que se pasa por alto a veces. ¡Tengámoslo en cuenta siempre! Estoy hablando, por supuesto, de los integrantes del equipo.
Las personas que trabajan en una empresa no solo se dedican a producir productos y servicios, sino que son el motor que mueve a toda la organización. Sin personas, una empresa no existiría... y gracias a ellos, puede llegar mucho más lejos con sus mensajes. ¿Cómo? Gracias al employee advocacy.
Por "employee advocacy" nos referimos a la práctica de promocionar una empresa por medio de sus trabajadores. Estos empleados cuentan con una potente red de contactos formada por sus amigos, familiares y seguidores en las redes sociales. El employee advocacy hace uso de esta red para que los trabajadores envíen mensajes positivos a sus contactos, generando así un tono más cercano y personal.
Esta práctica solo puede entenderse en un entorno de trabajo y una cultura horizontales, donde los mensajes no solo fluyen "de arriba a abajo" sino que todos pueden participar en la comunicación y poner su granito de arena. Por supuesto, las redes sociales ayudan a democratizar todo este proceso.
Los empleados no son embajadores o influencers, ni deben comportarse como autómatas repitiendo el mismo mensaje una y otra vez: la naturalidad es esencial. Lo que sí pueden hacer es ayudar a dar a conocer la marca y potenciar los valores que esta quiere transmitir. Por eso, grandes marcas como Apple, Ikea o Google ya se han apuntado a esta tendencia.
En cuanto a cada miembro del equipo en sí, estas son las claves de su comportamiento dentro de una estrategia de employee advocacy:
Estos 6 pasos de Link Humans ilustran a la perfección cómo lanzar una estrategia de employee advocacy desde cero:
Un plan que deje a los empleados hablar por la empresa solo funcionará si existe una cultura transparente, basada en la confianza y la libertad. El apoyo de los empleados no puede comprarse ni fingirse.
La confianza motiva a los empleados a compartir y a tener conversaciones genuinas, sabiendo que te fías de su criterio. Al mismo tiempo, tienes que ser capaz de reconocer su libertad: puedes animar a tus empleados a compartir mensajes, pero no puedes forzarles a ello o perderás la confianza de tu audiencia.
Todas las acciones de marketing online tienen que pasar por un mismo punto: establecer objetivos y KPIs concretos. Por eso, antes de lanzar tu campaña, tienes que pensar en detalle qué es lo que quieres que los empleados compartan y cómo encaja en el resto de tus metas de negocio.
Tus empleados no deben publicar al dictado, pero sí tener claro qué pueden y qué no pueden hacer, así que necesitas tener unas reglas de funcionamiento sobre las que trabajar.
A la hora de crear estas directrices, lo suyo es que sean fruto de un esfuerzo colaborativo, no impuestas directamente desde la dirección. Y por supuesto, incluye en tu plan la formación y el apoyo necesarios para que los trabajadores se sientan seguros a la hora de hablar en nombre de la marca.
En muchos casos, tu programa de employee advocacy puede basarse en herramientas que ya estén implementadas o en soluciones genéricas como Buffer o Hootsuite. Pero también existen en el mercado herramientas específicas para este tipo de estrategias, como Hubspot, Addvocate, Circulate.it o Command Post. Échales un vistazo para ver lo que pueden hacer por ti.
No, no puedes obligar a tus empleados a hablar bien de ti en las redes sociales... pero sí que puedes animarles a hacerlo ofreciéndoles algo a cambio. Hay un montón de opciones posibles, desde crear soluciones de gamificación con insignias virtuales hasta dar un reconocimiento especial a los colaboradores más activos. ¿No sabes por dónde empezar? ¡Pregúntale a tu equipo!
El último paso es común a todas tus acciones de marketing: mide los resultados para saber lo que ha funcionado y lo que no y seguir optimizando tu estrategia. Pero en este caso, hay un matiz extra: ¡compártelos con tus trabajadores! De esta manera, podrán ver el impacto de sus acciones y entender cómo afectan a la empresa de manera global.