En un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial, muchas empresas se preguntan si el SEO sigue siendo una inversión inteligente. Con herramientas como ChatGPT y otros modelos de lenguaje avanzados ganando popularidad, es lógico plantearse si los motores de búsqueda seguirán siendo relevantes en los próximos años.
La respuesta corta es sí: el SEO no solo sigue siendo una inversión clave, sino que, en muchos casos, es el canal con mayor retorno de inversión (ROI) para el crecimiento sostenido de un negocio digital.
Este artículo es una guía práctica para entender por qué el SEO sigue siendo la apuesta más rentable hoy, incluso en plena era de la IA. Veremos cómo calcular su ROI, compararlo con otras estrategias como el PPC, y qué resultados puedes esperar a corto y largo plazo. También analizaremos cómo aprovechar el potencial del SEO en un contexto donde Google convive con nuevas formas de búsqueda impulsadas por IA.
En un reciente artículo se comentaba que la irrupción de la inteligencia artificial generativa ha transformado la forma en que descubrimos y consumimos información. Herramientas como ChatGPT, Perplexity o Gemini han abierto nuevas posibilidades de búsqueda conversacional, lo que ha llevado a muchos profesionales del marketing a preguntarse: ¿sigue teniendo sentido invertir en SEO?
La duda es legítima, pero los datos actuales ofrecen una respuesta clara: los motores de búsqueda siguen dominando el mercado. En 2024, Google recibió 373 veces más búsquedas que ChatGPT, según un análisis de SparkToro. Aunque los modelos de lenguaje están creciendo, su cuota de mercado es todavía marginal: apenas un 0,25% frente al 93% de Google.
Además, los resultados que muestran estas IA aún se alimentan en gran medida de los contenidos posicionados en buscadores. Un estudio de Seer Interactive reveló que existe un 87% de coincidencia entre las citas que ofrece ChatGPT Search y los resultados del top 10 de Bing, y un 56% con los del top 10 de Google. En otras palabras: si optimizas tu contenido para buscadores, también estás aumentando las probabilidades de aparecer en las respuestas de los asistentes de IA.
Es cierto que la IA seguirá ganando peso en los próximos años. Pero si tu objetivo es generar resultados tangibles hoy, el SEO sigue siendo el camino más eficiente para captar visibilidad, tráfico y clientes. Ignorar el posicionamiento orgánico hoy es ceder terreno a la competencia mientras esperas que la IA madure como canal de adquisición.
En lugar de elegir entre SEO o IA, la clave está en integrar ambos mundos: optimiza para buscadores y entiende cómo las IAs consumen ese contenido. Añadir elementos como archivos LLMs.txt, esquemas bien estructurados o contenidos con posicionamiento claro te acercará también a los modelos de lenguaje.
Una vez tienes claro que el SEO sigue siendo esencial en la era de la IA, surge la siguiente gran pregunta:
¿cómo justificas la inversión? ¿Cómo se calcula el retorno real de tus acciones de posicionamiento orgánico?
El ROI del SEO se puede definir con una fórmula sencilla:
ROI de SEO = (valor generado por el SEO – coste del SEO) / coste del SEO
Aunque la fórmula es simple, aplicarla correctamente implica entender varios factores. Lo primero que debes definir es si estás proyectando un ROI futuro o analizando el ROI actual.
En ambos casos, conviene tener en cuenta que el SEO no es una táctica de resultados inmediatos. Los beneficios se acumulan con el tiempo y suelen crecer de forma exponencial.
Más allá de los ingresos directos, existen beneficios adicionales como el ahorro en publicidad, el aumento del valor de marca o la reducción de costes de atención al cliente. Y todo eso también cuenta a la hora de valorar su rentabilidad real.
A continuación, veremos con ejemplos prácticos cómo calcular el ROI potencial de posicionar una palabra clave específica.
Una de las formas más efectivas de estimar el retorno potencial del SEO es calcular el impacto económico de posicionar una palabra clave de alto valor. Este ejercicio de proyección permite visualizar de forma clara cuántos clientes y cuántos ingresos puede generar una única keyword bien trabajada.
Imaginemos que tu objetivo es aparecer en la primera posición de Google para la búsqueda “luxury apartments Denver”.
Según datos de Ahrefs, esta keyword recibe unas 1.100 búsquedas mensuales. Si aplicamos el CTR medio para el primer resultado orgánico (25,84%, según datos actualizados de 2025), esto se traduce en 284 visitantes cualificados al mes.
Si tu web convierte el 1% de las visitas en clientes, estarías generando aproximadamente 34 nuevos clientes al año solo con esa keyword.
Además, si tienes en cuenta variantes como “Denver luxury apartments” o “luxury apartments downtown Denver”, puedes sumar otras 700 búsquedas mensuales. Eso implicaría hasta 22 clientes adicionales al año.
Total estimado: 56 clientes nuevos al año por una sola palabra clave.
Ahora bien, ¿cuánto vale un cliente en tu negocio?
Si, por ejemplo, cada conversión representa 1.000€ en ingresos, esa keyword podría aportarte 56.000€ anuales solo desde tráfico orgánico. Esto sin contar con las conversiones asistidas, el branding generado o el valor acumulado año tras año.
Este tipo de cálculos son especialmente útiles para priorizar esfuerzos de posicionamiento y convencer a otros departamentos o stakeholders del potencial del SEO antes incluso de empezar una campaña.
Si ya has puesto en marcha una estrategia de SEO, el siguiente paso lógico es evaluar qué retorno real te está generando. Existen tres enfoques complementarios para calcular el ROI actual del SEO:
Este es el enfoque más sencillo y directo:
Ejemplo ecommerce:
Tu tienda online vende almohadas. Analytics muestra que el tráfico orgánico generó 100.000€ en ingresos el mes pasado. Inviertes 10.000€/mes en una agencia SEO.
→ ROI = (100.000 – 10.000) / 10.000 = 900%
Ejemplo sector seguros:
Vendes seguros por discapacidad. Cada cliente representa 2.400€ en ingresos. Tienes una tasa de conversión del 10% en leads.
Analytics indica que el tráfico orgánico trajo 500 leads el mes pasado, lo que equivale a 120.000€ en ingresos potenciales.
→ ROI = (120.000 – 10.000) / 10.000 = 1.100%
Ahora bien, este enfoque puede refinarse si consideras:
Un ROI del 900% es excelente si tu margen es del 20%, pero si es del 5%, puede que necesites revisar prioridades a corto plazo.
Otra forma de medir el ROI es imaginar qué pasaría si no tuvieses tráfico orgánico y tuvieras que pagar por cada clic con Google Ads.
Herramientas como Ahrefs ofrecen una métrica llamada “valor del tráfico orgánico”, que estima cuánto te costaría conseguir ese mismo volumen de visitas mediante anuncios.
Ejemplo:
Ahrefs estima que el tráfico orgánico de Intergrowth vale 5.800€/mes en Google Ads. Si la inversión mensual en SEO es de 3.000€, el ROI sería del 93% solo en términos de ahorro.
La lógica es clara: si alguien está dispuesto a pagar 4,95€/clic por una keyword, es porque espera sacar al menos esa cantidad en retorno.
→ Si tú generas ese tráfico de forma orgánica, estás captando ese valor sin pagar por clic.
No todo el retorno del SEO se mide en euros directos. También hay beneficios indirectos con impacto económico real:
En resumen, cuanto más completo sea tu análisis —incluyendo ingresos, ahorros y beneficios colaterales—, más claro será el verdadero retorno de tu inversión en SEO.
Después de explorar los distintos métodos de análisis, es útil sintetizar un marco práctico para estimar el ROI de tu estrategia de SEO. En Intergrowth recomiendan usar tres enfoques complementarios, que te ofrecerán una visión más completa del impacto real:
Aquí se combinan dos extremos:
Cómo calcularlo paso a paso:
Ejemplo: si el 50% de tus visitas orgánicas provienen de búsquedas de marca, podrías asumir que solo la mitad de los ingresos son atribuibles al SEO.
Este enfoque te da un rango realista del retorno, teniendo en cuenta la contribución del SEO al crecimiento de marca, pero sin sobreestimarla.
Como ya vimos, el valor estimado de ese tráfico (según herramientas como Ahrefs) es una métrica útil. Este cálculo refleja cuánto te costaría pagar por ese mismo volumen de visitas en plataformas como Google Ads.
Solo necesitas:
Este método pone en valor el ahorro mensual recurrente que obtienes gracias a tu posicionamiento actual.
La mejor práctica es combinar ambos enfoques (ingresos directos + ahorro por tráfico) para obtener un benchmark sólido. Si los tres métodos indican un ROI positivo, puedes tener la certeza de que tu inversión está dando frutos. Si ninguno lo hace, es momento de replantear la estrategia o la ejecución.
Además, ten en cuenta que los resultados del SEO son acumulativos: tu autoridad crece con el tiempo. Incluso si hoy el retorno no es espectacular, es probable que mejore exponencialmente en los próximos meses si la estrategia está bien ejecutada.
Muchos equipos de marketing se enfrentan al mismo dilema:
¿vale más la pena invertir en SEO o en campañas de pago como Google Ads?
Ambas estrategias pueden ser útiles, pero cuando ponemos el foco en el retorno de inversión a medio y largo plazo, el SEO suele salir ganando. Y no por intuición, sino por datos.
Empecemos por una métrica fundamental: el CTR (click-through rate).
Los resultados orgánicos que aparecen en primera posición de Google tienen un CTR medio del 25,84% para búsquedas no relacionadas con marcas, y hasta un 38,35% en búsquedas de marca.
En comparación, los anuncios de pago obtienen solo un 6,42% de clics, de media.
Dicho de otro modo: una página bien posicionada consigue entre 4 y 6 veces más clics que un anuncio para la misma palabra clave. Esto se traduce en más visitas, más oportunidades de conversión y, en definitiva, más valor sin pagar por cada clic.
Ahora pasemos a lo que realmente importa: cuánto cuesta conseguir un cliente.
Supongamos que estás pujando por la palabra clave “downtown Denver apartments” en Google Ads:
¿El coste de adquisición? 220€ por cliente.
Es una cifra razonable si aún no tienes tráfico orgánico. Pero cuando empiezas a posicionar por SEO, ese mismo tráfico te puede llegar sin coste directo por clic, y tu inversión empieza a generar resultados acumulativos.
Aquí está la gran diferencia: las campañas de pago dejan de funcionar en cuanto dejas de invertir. Si pausas tus anuncios, desapareces del radar.
En cambio, el SEO es una inversión a largo plazo. Aunque al principio tarda más en arrancar, una vez que los contenidos empiezan a posicionarse, el tráfico crece de forma sostenida y el coste por adquisición baja mes a mes.
La diferencia es clara:
La respuesta depende de tus objetivos y tu horizonte temporal:
Lo ideal, en muchos casos, es una combinación estratégica de ambos: campañas de pago para acelerar los resultados iniciales y SEO para construir un crecimiento sólido en el tiempo.
Una de las preguntas más frecuentes cuando se habla de posicionamiento orgánico es:
“¿Cuánto tiempo voy a tardar en ver resultados?”
Y es una pregunta totalmente válida, especialmente en un contexto donde las expectativas suelen estar marcadas por la inmediatez de otras estrategias como los anuncios de pago. Sin embargo, es importante entender que el SEO es una inversión de crecimiento exponencial, no una fórmula mágica de resultados inmediatos.
En la mayoría de los casos, el SEO tarda entre 3 y 6 meses en empezar a mostrar tracción. Es el tiempo que necesitas para auditar el sitio, desarrollar la estrategia, crear contenidos relevantes, optimizar técnicamente la web y permitir que Google lo indexe y empiece a confiar en ti.
Un ejemplo muy ilustrativo es el caso de JS Dental, una marca que empezó a trabajar su posicionamiento con Intergrowth. En los primeros tres meses, el tráfico creció de forma muy tímida. A los seis meses, empezaron a ver un crecimiento sostenido. Y al cabo de un año, su tráfico orgánico había aumentado un 535%, y los ingresos procedentes de ese canal crecieron un 138,3%.
Significa que invertir en SEO requiere paciencia, pero vale la pena. Las acciones que tomes hoy pueden multiplicarse en los próximos meses y consolidar un canal de adquisición que sigue generando valor incluso cuando dejas de invertir activamente.
Al final, el SEO no solo es rentable por el retorno que genera, sino por la estabilidad y escalabilidad que aporta a tu estrategia digital.
SEO son las siglas de Search Engine Optimization, o lo que es lo mismo: optimización para motores de búsqueda.
Se trata de un conjunto de técnicas cuyo objetivo es lograr que tu página web aparezca en los primeros resultados de Google (y otros buscadores) cuando alguien busca productos, servicios o información relacionada con tu negocio.
En otras palabras, el SEO te ayuda a estar presente justo en el momento en que tus potenciales clientes están buscando algo que tú puedes ofrecer.
Para lograrlo, el SEO trabaja tres pilares fundamentales:
El SEO no se limita a mejorar el tráfico. También busca atraer visitas de calidad, es decir, usuarios con intención real de compra o conversión, lo que lo convierte en uno de los canales más eficaces para generar resultados sostenibles.
Si solo pudieras invertir en un canal de marketing digital, el SEO debería estar en lo más alto de tu lista. Y no es una afirmación basada en intuición, sino en datos.
Según un estudio reciente de SparkToro, Google genera el 63,4% del tráfico web total, lo que lo convierte en el principal canal de descubrimiento en internet. De hecho, aporta 9 veces más tráfico que cualquier otra fuente online.
Eso significa que, si no estás trabajando activamente tu posicionamiento orgánico, estás dejando pasar la principal oportunidad de atraer clientes a tu web.
Además, el SEO tiene una serie de ventajas que lo convierten en una inversión excepcional:
Por todo ello, el SEO no solo sigue siendo relevante en la era de la inteligencia artificial, sino que es, probablemente, la mejor inversión que puedes hacer hoy para asegurar el crecimiento sostenible de tu negocio.