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El hygge, la felicidad danesa aplicada a las empresas

Escrito por Berta Campos | 24 de marzo de 2017 9:30:34 Z

Si algo tenemos en común casi todas las personas, es la búsqueda de la felicidad. Y para ser verdaderamente felices, necesitamos estar satisfechos con las áreas principales de nuestra vida, incluyendo el trabajo. Hay muchas cosas que podemos hacer cada día para mejorar la felicidad en las empresas, y a veces el secreto es de lo más sencillo. ¿Conoces el hygge?

 

¿Qué es el hygge?

"Hygge" es el último término de moda para hablar de realización personal: el nombre que dan los daneses al hecho de encontrar la felicidad en las cosas más simples de la vida. Según los estudios, Dinamarca es probablemente el país más feliz del mundo, así que merece la pena prestar atención a sus lecciones.

Para entender mejor lo que es el hygge, cierra un momento los ojos e imagínate un domingo de invierno. Fuera llueve, pero en casa estás cómodo y calentito, acurrucado en el sofá con una manta y un chocolate caliente y tu serie favorita a punto de empezar. Ese es el tipo de sensación a la que se refiere el hygge, y lo mejor de este concepto es que no requiere poner tu vida cabeza abajo ni confiar en que te toque la lotería. En gran, medida, tú eres responsable de tu propia felicidad.

 

El hygge y la felicidad en las empresas

Hay muchas cosas que podemos aprender de este concepto a la hora de mejorar la felicidad en la empresa. Se trata de cuidar los pequeños detalles para conseguir esa sensación confortable, de comodidad y pertenencia.

A nivel práctico, estas son algunas ideas que pueden ayudar a crear ese ambiente en las empresas:

  • Agradecer a las personas su trabajo. No somos máquinas, ni podemos producir eternamente sin tener una recompensa emocional. Por eso, valorar el trabajo bien hecho puede ayudar a arrancarnos una sonrisa, sentirnos satisfechos con nosotros mismos y seguir esforzándonos por dar lo mejor.
  • Confiar en los empleados. Los jefes excesivamente vigilantes, que tratan a sus empleados como si fueran irresponsables, crean un ambiente negativo en la empresa. Uno de los ingredientes imprescindibles de la felicidad en las organizaciones es que los empleados se sientan valorados, y para ello es esencial darles toda la libertad posible para organizar su propio trabajo.
  • Autogestión del horario y las vacaciones. Ampliando el punto anterior, un gran voto de confianza por parte de la dirección es dejar que los propios empleados se hagan responsables de sus horarios y sus días de vacaciones. En definitiva, se trata de valorar el cumplimiento de objetivos y no la mera presencia en la oficina.
  • Fomentar el talento y la formación. Aprender cosas nuevas nos resulta muy estimulante y satisfactorio. Tener la oportunidad de hacerlo en el trabajo hace que los empleados se sientan realizados y además redunda en beneficio de la propia empresa.
  • Organizar actividades en grupo para el crecimiento de los trabajadores, por ejemplo, retreats de empresa o clubes de lectura. Así, los miembros del equipo pueden seguir compartiendo experiencias y reforzando su vínculo con actividades no estrictamente laborales.
  • Ofrecer incentivos como tickets restaurante o seguro privado. Aunque la remuneración no es ni de lejos el factor más importante, este tipo de detalles contribuyen a mostrar la buena voluntad de la empresa y a crear un ambiente donde el hygge puede hacer acto de presencia.

Te invito a que empieces a aplicar alguna de estas pequeñas rutinas en tu empresa o que animes al equipo a que lo implemente, para que así el hygge, o la palabra danesa para designar la felicidad, te ayude a construir una empresa más feliz.

Si quieres seguir aprendiendo más sobre este tema, te invito a que leas: "Aspectos fundamentales para diseñar la felicidad según la ciencia".

 

Berta Campos

@berta_campos