El clickbait o clickbaiting se ha convertido en una de las técnicas más utilizadas dentro del marketing digital, pero, de la misma forma, también tiene mala fama porque se ha utilizado en exceso para conseguir el click del usuario sin ofrecer, en contenido, lo que se prometía.
Te explicamos todo lo que debes saber acerca de esta técnica y cómo aplicarla de forma correcta para no engañar al usuario.
El clickbait, término que proviene del inglés y significa cebo de clics o anzuelo de enlaces, es una técnica muy utilizada para conseguir que los usuarios hagan click en el enlace a través de titulares llamativos y difíciles de ignorar.
Esta técnica se utiliza especialmente en redes sociales con la intención de que el usuario llegue al blog de la empresa o a una página web de noticias o artículos.
El propósito del clickbait es despertar la curiosidad del usuario a través de un titular muy atractivo para que haga click y aumentar el tráfico web. Una vez el usuario ha entrado en la página, la idea es que permanezca en ella el máximo tiempo posible para generar ingresos a través de la publicidad.
Aunque los titulares se plantean de forma que despierte la curiosidad del usuario, el contenido no siempre es de calidad ni da respuesta a lo prometido. Es decir, el propósito del clickbaiting es, únicamente, generar tráfico hacia la web.
Un recurso tan potente en publicidad como lo es el clickbait también puede utilizarse de forma ética. Además, teniendo en cuenta que a Google le importa el contenido de calidad, es mejor ofrecerle al usuario información que responda a sus dudas y curiosidades y evitar así el aumento de la tasa de rebote.
Hay que evitar todos aquellos titulares que causan preocupación en el usuario a través de una información descontextualizada. La mayoría de este tipo de titulares, además, llevan a unos datos no contrastados o sin una base científica detrás, incluso hacia una información pobre.
También es mejor huir de frases tan típicas como “no te lo vas a creer”, “no te imaginas este final” o “pasó algo inesperado”.
Para diferenciarse de la competencia se pueden utilizar emojis. Además de original y ser una forma de acortar el título, ya que puede sustituirse, por ejemplo, la palabra coche por el emoticono del automóvil, es una forma de llamar la atención del usuario.
Se puede intentar persuadir al usuario a través de un titular que no tenga que recurrir a las frases típicas mencionadas anteriormente, haciendo un buen trabajo de copywriting. En este caso la brevedad, el uso de palabras clave, utilizar mayúsculas o utilizar signos de exclamación o interrogación pueden funcionar muy bien.
El contenido debe ser de calidad, con una información contrastada y aportar las fuentes si se considera necesario, y debe estar correctamente redactada. De esta manera el usuario no se sentirá engañado y se reducirá el porcentaje de rebote, que es algo que Google suele penalizar.
Finalmente, para hacer mucho más sencilla y amena la lectura, se pueden introducir imágenes y contenido visual. Eso sí, la calidad debe ser buena y debe estar relacionado con el contenido.
El clickbaiting es, sin duda, uno de los mejores recursos para generar tráfico web. Sin embargo, los usuarios cada vez están más decepcionados con la información que se esconde detrás de titulares llamativos, de ahí a que deba aplicarse con cuidado.